IMPORTANCIA DE LA ITV
Adaptándose a lo establecido por la Comunidad Europea, desde 1985 es obligatorio que todos los automóviles matriculados en el territorio español se sometan a una inspección técnica (ITV) de forma periódica para verificar su estado.
El objetivo es eliminar en lo posible el riesgo de accidente y contribuir a una mayor seguridad vial y a una mejor calidad del medio ambiente.

Solicitud de inspección:
Para obtener el mejor servicio, al llegar a la estación debes seguir la señalización del suelo, parando en la línea correspondiente y dirigirte a la oficina con la documentación del vehículo, donde estaremos encantados de gestionar la inspección de su vehículo.

Alumbrado:
Utilizando el regloscopio comprobaremos la intensidad y la direccionalidad del haz de luz. Se comprobará el perfecto estado y función de todos los grupos ópticos.

Frenos:
Utilizando el frenómetro verificamos la eficacia del sistema de frenos, tanto el de servicio como el de estacionamiento.

Suspensiones:
Usando el banco de suspensiones revisaremos el estado del conjunto de la suspensión garantizando la buena disponibilidad.

Placas detectoras de holguras:
Con la ayuda del detector de holguras, simulamos el movimiento del vehículo en movimiento, de este modo podemos detectar defectos que con el vehículo parado no se detectarían.

Foso:
Situando el vehículo en el foso revisaremos: el sistema de escape, de frenos, dirección, caja de dirección, suspensiones, transmisión, articulaciones, guardapolvos, rótulas y tirantes.

Box de control de emisiones contaminantes:
En el box de emisiones mediremos tanto las emisiones químicas como sonoras verificando que no supera los límites establecidos.

Fin de la inspección:
Una vez revisados todos los puntos, el inspector rellenará el informe con los datos obtenidos. El inspector está, en todo momento, comentando al cliente las posibles deficiencias u observaciones presentadas.
